Con frecuencia escuchamos que Google, Facebook o Instagram han cambiado sus algoritmos y que ahora no podemos hacer tal o cual cosa como la hacíamos antes. ¿Para qué lo hacen? La respuesta es: para estar un paso más adelante de todos los otros. Pero, para poder responder bien a esa interrogante, primero sepamos qué es un algoritmo.
Básicamente es un patrón informático que procesa datos, o información entrante, para dar como resultado una data de salida, según una serie de criterios que están establecidos con anterioridad.
Pongámoslo de una forma simple: si entramos en el buscador de Google y escribimos la palabra “manzana”, esa es la data de entrada. Al realizar la búsqueda, Google según los patrones de respuesta que tiene establecidos, dará una respuesta, o datos de salida: definiciones de manzana, artículos que hablen de manzanas, fotos o videos de esa fruta.
Un algoritmo es algo tan increíblemente asombroso, que podría inclusive influir en tu próximo matrimonio. Algunas páginas web destinadas a las citas por Internet han realizado cambios en sus algoritmos para ofrecerte, como potenciales citas, a las personas que cumplan con las características de personas que hayas señalado que te gustan. ¿Ves que el hombre de barba no es una casualidad?
Entonces… la pregunta es para qué lo hacen. Pues las razones son muy diversas, pero las dos principales son: estar un paso al frente de la competencia y monetizar, que no es un objetivo macabro ni oscuro, finalmente esas empresas tienen que mantenerse de algo.
Como existen millones de personas dedicadas a estudiar la forma de hacer dinero a través de Internet, sin invertir nada, estos grandes monopolios de la industria tratan de mejorar sus algoritmos constantemente para estar siempre a la vanguardia de los demás; y no permitir que los abusivos se salgan con la suya.
Ritmo de cambios sorprendentes
Una empresa como el gigante de los buscadores, Google, realiza más de 500 cambios de algoritmo al año, sí sacas la cuenta es más de una modificación al día. Y lo hacen porque sus algoritmos deben estar en constante evolución, esa es la clave de su éxito. Si no lo hicieran, todos nosotros podríamos trabajar para posicionar nuestros contenidos de forma orgánica, a través del SEO, y ellos no tendrían anunciantes.
Estas grandes empresas como Google o Facebook pertenecen a una nueva especie de compañías tecnológicas que llevan en su sangre los glóbulos del cambio. Para ellos cambiar y mutar constantemente es parte de su ADN.
Esa es la mejor estrategia que han encontrado para mantener a su audiencia cautiva, enamorada, deseosa de mantenerse con ellos. Jamás están en la zona de confort, los cambios constantes son los que los han ayudado a mantenerse en la vanguardia. No nos hemos acostumbrado a un cambio, cuando ya ellos nos sobresaltan con otro… y seamos honestos… nos gusta.
Vemos un ejemplo doloroso con Twitter, cuyos cambios han sido mucho más lentos y la empresa se ha visto en situaciones peligrosamente destructivas. ¿Qué haría Facebook con Twitter si la tuviese en sus manos? Seguramente el pajarito trinaría de formas muy distintas y vendería muchos cupos a sus anunciantes.
Otro punto importante es que estos grandes emporios tecnológicos escuchan a sus audiencias y por eso trabajan constantemente en la mejora de sus servicios y productos. ¿Les ha pasado alguna vez que odian una opción de Facebook y de repente desaparece? Eso ocurre porque no eran ustedes los únicos que la odiaban.
En resumen, no hay que temer a los cambios de algoritmo, al contrario, hay que estar atentos al momento en que se den. Y cuando esto ocurra la respuesta a ello es respirar, no sufrir y estudiar. Indagar en las nuevas formas; estudiar las nuevas características; ver qué hacen las empresas de tu competencia y volverte un experto. Finalmente, cuando hayas aprendido todo… ya ellos estarán anunciando el siguiente cambio.