Vivimos en un mundo de contrastes, donde el poder se interpreta como la licencia para exigir y demandar de los demás lo que le convenga a quienes lo ostentan, sin embargo, muchas personas en posición de poder no se comportan con la humildad y la sencillez que debe caracterizar a un verdadero líder servidor.
La humildad permite vivir la vida de mejor manera.
Ser sencillos nos permite dedicarnos a contribuir y ayudar en lugar de sólo demandar y pedir.
Quien mucho exige mucho se equivoca. Quien en lugar de exigir se pone a hacer, mucho contribuye.
Un líder es un servidor que elimina obstáculos a los que le siguen, de lo contrario no lidera verdaderamente.
Quien vive de las apariencias, enfocándose en el deseo de lograr o mantener el poder, no vive una vida en la verdad y la transparencia de la humildad.
Es más apreciado el humilde que el que se impone.
Quien enfoca su vida en servir, siempre tendrá una razón para vivir y nunca le faltará trabajo, que además hará con gran satisfacción.
Quien cree merecerlo todo, demanda continuamente y olvida agradecer.
Estar agradecido de la vida permite enfocarse en atender y ayudar a los más vulnerables, independientemente de cuáles aspectos materiales se tengan o no.
Cada uno de nosotros desde el rol que desempeñamos podemos y debemos ser servidores de los demás. De hacerlo así, todos viviremos mejor.
Quien entiende y practica las virtudes del servicio, tiene la mitad del éxito de la vida garantizado.
Quien sirve, tiene la oportunidad de participar en el éxito de la vida de aquellos a quienes sirve.
Las organizaciones piramidales tienden a convertir a la mayoría en servidores de la minoría cuando sus líderes no entienden el significado del servicio, en cambio, si quienes dirigen una organización entienden y practican el don del servicio, entonces voltean la pirámide y son ellos quienes se convierten en los principales servidores de la mayoría, facilitándoles el camino al eliminar los obstáculos.
Quien más conoce es quien más debe enseñar, quien más experiencia tiene es quien mejor puede y debe guiar, todo esto con la humildad de quien ha adquirido sabiduría en el camino.
La sabiduría es diferente al conocimiento. Un sabio es aquel que sabe aplicar el conocimiento para el mayor beneficio de todos, y no solo para su propio beneficio.
El servicio es un don que solo tienen aquellos que se preparan para darlo y así se convierten en los líderes que necesitamos.
Quien provee un servicio solo pensando en las recompensas materiales, no disfrutará de lo más valioso de la experiencia, ya que el mayor beneficio de dar el mejor servicio es el agradecimiento del servido y la satisfacción de haber hecho el bien del servidor.
Una sociedad orientada al poder jamás será más exitosa que una sociedad orientada al servicio.
Si somos fieles en lo poco, se nos confiará más y recibiremos mejor guía para salir adelante en el camino.
El servicio al prójimo es una expresión del amor y por ende es una vía para lograr el balance que determina el verdadero éxito.
Hay personas que son tan pobres que lo único que tienen es dinero, y hay personas que son tan ricas que lo que más tienen es amor, humildad y don de servicio.
Señor, hoy te damos gracias por las herramientas y oportunidades que nos has dado para construir nuestro camino, y te pedimos que llenes nuestro corazón y nuestra mente del amor necesario para poder servir a los demás con humildad.
Desde TecnoSoluciones queremos invitarte a cultivar el don del servicio como individuo, y en tu equipo de trabajo
Que Dios nos bendiga a todos…
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